La competencia en el mundo de las nuevas tecnologías es brutal. A veces el éxito es arrollador, pero eso no impide que el fracaso también llegue, y a veces de manera fulminante. Algo así es lo que ha ocurrido con la hasta no hace mucho imprescindible BlackBerry.
Compañera inseparable de millones de usuarios hace apenas unos años, fundamental para comunicarse y como herramienta de trabajo, uno de los dispositivos móviles pioneros y míticos nos dice adiós. La BlackBerry revolucionó el mercado en su momento, fue líder en el sector de aquellos primeros teléfonos inteligentes y la empresa canadiense que la fabrica creció como la espuma hasta alcanzar un valor de 80.000 millones de dólares en bolsa.
Hace menos de una década era el segundo fabricante de smarphones, después de Nokia. Hoy ambas compañías han cedido ante la impresionante acogida de los dispositivos de Apple y de compañías asiáticas como Samsung, que son las que actualmente copan buena parte del mercado.
Una de las razones de esta rápida caída fue la falta de agilidad para adaptarse a los nuevos gustos de los consumidores, que empezaron a cambiar los terminales con teclado por los táctiles. Sus smartphones han sido incapaces de competir en un mercado en el que las innovaciones llegan prácticamente cada día. Una ventaja que sus competidores han sabido aprovechar para adelantarse, y mucho.
Ahora la BlackBerry se despide, y lo hace para siempre, porque la compañía ha anunciado que abandona definitivamente la fabricación de teléfonos móviles, pero nuestro cerrajero profesional buscara alguna otra marca para trabajar. Pero no desaparece. Seguirá en el sector de los dispositivos electrónicos, en concreto en el desarrollo de software y servicios.
De momento, esta decisión ha supuesto un balón de oxígeno para la compañía, que en el primer trimestre del año fiscal registró pérdidas superiores a los 370 millones de dólares. Ahora, el anuncio de que dejará de fabricar teléfonos ha hecho que sus acciones suban de manera significativa en bolsa.