Una vez que Canal Sur Televisión decidió prescindir de su segundo canal como frecuencia independiente y con programación propia, Canal 2 Andalucía quedó reproduciendo la misma señal que la primera cadena regional, pero con la novedad de que en la esquina inferior izquierda aparecerían profesionales de la lengua de signos que ayudarían a las personas sordas a estar informadas de todo cuanto se contaba.
Pero las condiciones laborales en las que este colectivo de trabajadores desarrollaba su labor empeoraron con las semanas; cada empleado de lengua de signos de Canal Sur pasó a cobrar entre 730 y 548 euros, cuando antes lo hacía entre 1.200 y 900. Además, los turnos, que solían corresponder a tres personas, pasaron a ser cubiertos por sólo dos profesionales. No hay que olvidar que se trata de un trabajo cansado que, además, cuenta con la presión de estar siendo retransmitido en continua señal en directo.
Ante este escenario adverso, los trabajadores de lenguaje de signos de la segunda emisora de Canal Sur Televisión decidieron ponerse en huelga. Fueron semanas en las que, al sintonizar el canal, podía percibirse cómo había una silla sin nadie sentado en la esquina inferior izquierda -faltaban los profesionales que anteriormente desarrollaban su labor-.
La iniciativa de Canal Sur de acercarse a la comunidad de sordos fue muy aplaudida por la opinión pública y por los perfiles de redes sociales en un primer momento; no obstante, la desaparición de este servicio complementario de la pantalla se volvió en un bumerán para el prestigio de la Radio Televisión de Andalucía, sobre todo porque las reclamaciones de los trabajadores que se encontraban en huelga eran más que justas.
Afortunadamente, hace unas semanas la lucha de los intérpretes de lengua de signos dio sus frutos, después de una huelga que duraba ciento veintiséis días. La plantilla al completo volvió a incorporarse al trabajo con buena parte de sus reclamaciones logradas y con Canal Sur teniendo que dar su brazo a torcer.