Es fácil que la oferta de empresas nos inunden con bajos precios, en buen lugar a crédito etcétera, pero ¿por qué no debemos de comprar una empresa que está muerta o en proceso de morir?, fácil, para levantar una empresa se necesita mucho dinero, dinero que quizá perdamos en un mal trato, puesto que la empresa pudo haber quebrado por malas ventas o mala organización.
Generalmente estas empresas prefieren vender de inmediato, una vez empezado la caída, para no perder más dinero y recuperar, algo de la inversión y de años de trabajo.
Quizá, sea una empresa que podamos hacerla crecer, pero muchas de las veces es más fácil, emprender algo nuevo que tratar de componer algo que ya se está rompiendo, no debemos dejar ganar por lo barato que resulte la transacción pero sin embargo suelen ser muchos factores los que nos pueden animar a comprar, esa empresa, en particular.
Las empresas revientan generalmente por una mala organización por el exceso del aumento de los costos de producción o sencillamente, porque no fue un buen negocio, solo si estamos convencidos de que tenemos la fórmula mágica para revivirla, será viable comprar una de estas empresas.
Tendremos que revisar costos de producción, nominas, rentas de espacios, maquinarias, o insumos, inventarios, etcétera, y una vez que ya tenemos todo un estudio profundo de todos estos elementos, podremos tomar la decisión de si es una compra prudente, o será un gran pozo donde perderemos todos nuestros ahorros, una vida completa de trabajo.
Hay quienes toman estas empresas solo por las instalaciones, o los lugares de ubicación, y empiezan un negocio totalmente nuevo, y eso es válido y es prudente, aprovechar a bajo precio, la renta del lugar o la adquisición de maquinaria usada, en buen estado, en un solo paquete.
No comprar una empresa en riesgo es una polémica total, quizá tu no corres con la misma suerte que los antiguos dueños de la empresa, y puedes desde el principio posicionarte como una de las mejores empresas dedicadas a cualquier giro comercial que emplees, pero quizá corras con la misma suerte del o de los dueños anteriores, y no progrese este negocio, será cuestión exclusivamente de tu visión y de los resultados que creas que puedes obtener, ¡Suerte!