Para aquellos que no lo sepan, septiembre es conocido como el peor mes de los mercados de renta variable históricamente y parece que, tras la trágica caída de los mercados mundiales en los últimos días, parece que vamos en camino de cumplir una vez más la tan temida profecía. Sin embargo, hoy nos gustará centrarnos en los errores que los inversores cometen a la hora de tomar decisiones motivados por sus sentimientos. Este lunes hicieron eco las palabras de Christine Lagarde, directora del FMI, quién alertaba de una recesión inminente y como consecuencia una gran mayoría de inversores comenzaron a vender sus acciones, huyendo de nuevo de los mercados ante los temores a una nueva recaída económica mundial.
Por norma general, los inversores cometen errores al dejarse llevar por sus sentimientos, realizando operaciones de compraventa, influenciados por emociones y errores cognitivos. De hecho, esta combinación ha sido estudiada en numerosas ocasiones por psicólogos y economistas, los cuales han analizado en profundidad el discernimiento de los inversores, tanto en etapas económicas estables, como en épocas de incertidumbre.
Realmente, el papel del asesor financiero radica precisamente en ayudar a sus clientes a eliminar el factor emocional en la toma de decisiones de inversión. De este modo, para entrar en los mercados es fundamental que los inversores entiendan los riesgos intrínsecos de los mismos. Así, cuánto más corto sea el plazo de inversión, se ha de entender que se está asumiendo un mayor riesgo debido a la volatilidad asociada a los mercados en ese periodo de tiempo. Sin embargo, como contrapartida a las fluctuaciones que afectan al corto plazo, la evidencia ha demostrado que la tendencia de los mercados, en el largo plazo es al alza. Si nos fijamos en la evolución del mercado de valores americano a lo largo del S.XX, se aprecia que, a pesar de los difíciles momentos de tipo coyuntural a los que ha tenido que hacer frente, la evolución del mismo ha sido positiva. Es por esto, que un asesor financiero deber hacer ver a sus clientes que los momentos de crisis son coyunturales y que, aunque la recuperación tarde algo más en llegar, la tendencia del mercado es de tipo alcista.
Por tanto hay que tener disciplina y paciencia, no recurriendo a la venta inmediata de los activos, a consecuencia de las noticias de tipo alarmista que nos llegan cada día. En este sentido, ilustro al lector con el siguiente ejemplo: comparemos la situación de nuestros activos en el mercado de valores, con la situación de nuestra vivienda en el mercado inmobiliario; si observamos nuestro comportamiento, se aprecia que, aunque este mercado sufre de fluctuaciones muy acusadas al igual que los mercados bursátiles, no recurrimos sin embargo a la venta inmediata del inmueble por oír en el telediario que el mercado de las viviendas ha bajado X% en el último mes. La gran ventaja que supone la liquidez de los mercados, en ciertas ocasiones se puede volver nuestra mayor enemiga, si no tenemos la disciplina de mantener la calma ante las noticias diarias, debemos considerar buscar ayuda de profesionales que sepan asesorarnos y nos ayuden a mantener la confianza en los mercados y dadas nuestras características puedan determinar cuál es el momento oportuno para abrir o cerrar posiciones con éxito.