El mundo de los supermercados está en constante guerra, definitivamente. La competencia siempre trata de buscar forma de superarse entre sí, y obtener siquiera una décima más del mercado es una victoria. Las cadenas de supermercados tratan de controlar todas las cuotas de venta, y siempre tratan de obtener al mayor número de clientes para gozar de la mayor cantidad de ingresos.
Sin embargo, la cadena de supermercados Día hizo una estrategia un tanto riesgosa, pero la más efectiva a la hora de ganar clientes, una estrategia de consolidación de mercados que simplemente escruta comprar cadenas para obtener a los clientes que vienen con ellas. Así de simple, y a veces puede llegar a ser una apuesta porque el costo de comprar una cadena puede no equipararse a los ingresos que estas pueden generar.
Sin embargo, hace 3 años, la cadena de supermercados Día tomó el riesgo, y por 70 millones logró comprar la cadena de droguerías Schekler, luego, un año después, compró la cadena El Árbol que llevaba consigo 450 supermercados pero tenían problemas económicos. El apetito de la cadena de supermercados Día parecía insaciable, no paraban de comprar para adueñarse de toda la clientela y convertir los costos en ganancias a largo plazo.
La estrategia de la cadena de supermercados Día es efectiva, definitivamente, pero también riesgosa, ¿qué otro método se ha usado para triturar a la competencia y quedarse con la mayoría de la clientela? El modelo de comprar competidores es uno de los dos que imperan actualmente, el otro es el de Mercadona o Lidl, el cual se trata de expansión con crecimientos orgánicos. Y el éxito de Mercadona es envidiable, posee 1.155 tiendas y sigue realizando aún más aperturas.
El Lidl es reconocido como la cadena de supermercados que más ganó clientes en el 2014, y que invertirá 200 millones de euros para abrir muchos más que el año pasado.
La competencia es feroz en el mundo de supermercados español, y de él se desprenden dos modelos para adquirir la mayor parte de los clientes y mientras más pasa el tiempo, la guerra de precio y la situación en general se torna más competitiva.